ebherencia
Contenido Información

Categories


Authors

Un Hombre que Entró a la Eternidad Caminando

Un Hombre que Entró a la Eternidad Caminando

¿Alguna vez has visto una foto antigua de gente y te has preguntado cómo habrá sido su vida? Tal vez has visto una foto de soldados en una guerra y has tratado de pensar en cuanto a quiénes eran, qué hicieron antes de la guerra, qué pasó con ellos después de la guerra, o si vivieron mucho tiempo después que se tomó la foto. Tal foto provee un vistazo breve de la vida de ellos. ¿Sabías que frecuentemente la Biblia contiene “fotos” de la vida de gente del pasado? En ocasiones la Biblia menciona a una persona solamente unas pocas veces (tal vez solamente una), sin decir mucho acerca de ella. Nosotros podemos sentir curiosidad en cuanto a los antecedentes, trabajo, familia e historia de la persona.

Una de las “fotos” más interesantes en toda la Biblia es la de un hombre llamado Enoc. Se menciona a Enoc en la lista de algunas personas antiguas en Génesis 5. Cuando se menciona su nombre por primera vez, aprendemos que fue hijo de Jared. Sin embargo, la Biblia explica algo especial en cuanto a Enoc: “Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios” (Génesis 5:23-24). ¡Increíble! ¿Pero qué significa que Enoc “caminó con Dios” y “desapareció”? El texto dice que todos los demás murieron, pero Enoc simplemente “desapareció”. El libro de Hebreos revela que “Enoc fue traspuesto para no ver muerte” (11:5). ¡Enoc nunca murió!

¿Te has preguntado cómo hubiera sido eso? ¿Fue un evento feliz o triste? Puedes estar pensando cómo pudiera ser un evento triste ir con Dios. No quiero decir que hubiera sido triste para Enoc. Pero nota que la Biblia dice que Enoc tenía hijos. Uno de sus hijos fue Matusalén, a quien Enoc engendró cuando tenía 65 años. Eso significa que, cuando Enoc dejó el mundo, Matusalén tenía 300 años. Cuando Matusalén tuvo 187 años, engendró a su hijo llamado Lamec, quien hubiera sido el nieto de Enoc. Él hubiera tenido algo de 113 años cuando Enoc desapareció. ¿Qué significa esto? Enoc tenía hijos y nietos, y probablemente bisnietos, y tal vez tataranietos. No sabemos cuántos; tal vez cientos.

Ya que sabemos que Enoc era un hombre justo, hubiera sido amable y bueno. Se hubiera esforzado por criar a sus hijos y nietos en el conocimiento de Dios y de Su amor y protección maravillosa. Hubiera sido un hombre generoso y amoroso que tratara de ayudar a tanta gente como fuera posible. La mayoría de la gente listada en Génesis 5 vivió más de 800 años. ¿No crees que los padres e hijos de Enoc hubieran pensado que él viviría tanto como los demás? ¿Cómo crees que se sintieron cuando él desapareció, sin haber vivido ni siquiera la mitad de tiempo de su padre o hijos? Sin duda, la familia de Enoc lo extrañó.

¿Y cómo crees que fue el día en que Enoc “desapareció”? La Biblia dice que él camino con Dios por 300 años (Génesis 5:22). Parece que Enoc tenía el hábito de pasar tiempo con Dios. Tal vez salía a caminar en la mañana o en la noche para orar y conversar con su Creador. ¿Salió un día a “caminar con Dios” y no regresó a casa? Parece como si hubiera caminado directamente al paraíso o como si Dios lo hubiera transportado rápidamente de la tierra a tal lugar. Nunca lo sabremos con seguridad, pero es interesante pensar en esto.

También aprendemos que Enoc fue un profeta. El libro de Judas, en el Nuevo Testamento, dice que Enoc profetizó en cuanto a la venida del Señor (Judas 14). ¿No crees que es maravilloso pensar en que Dios usara a gente tan antigua para profetizar las cosas que sucederían mucho tiempo después?

Lo cierto es que Dios todavía está buscando gente que “camine con Él”. Nosotros podemos no ser profetas, y podemos no evitar la muerte física, pero todavía podemos caminar con Dios al cumplir Sus mandamientos y orar a Él. Imagina lo maravilloso que es tener una vida justa y un día escuchar que Dios nos diga: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor” (Mateo 25:23).

El Fruto del Espíritu—Parte 2: Paciencia, Benignidad, Bondad

El Fruto del Espíritu—Parte 2: Paciencia, Benignidad, Bondad

El Fruto del Espíritu—Parte 1: Amor, Gozo, Paz

El Fruto del Espíritu—Parte 1: Amor, Gozo, Paz