Lee la Biblia y Ora Cada Día Si Quieres Crecer
Cantamos esta canción muchas veces cuando somos niños, pero ¿qué realmente significa? Hablemos de esta canción y aprendamos algunas cosas importantes.
El crecimiento físico
Cuando somos pequeños, queremos crecer por algunas razones. Aunque probablemente sabes algunas de las razones, quiero darte algunos ejemplos de las cosas por las cuales queremos crecer.
Algo muy importante para mi hermano y yo era crecer lo suficiente para dejar nuestros asientos de niños en los autos.
En mi hogar, en cada uno de nuestros cumpleaños, mis padres nos permitían probar algo nuevo: por ejemplo, goma de mascar o gaseosas. Así que puedes desear crecer para hacer algunas de esas cosas.
Si te gustan los parques de diversiones, tal vez quieras crecer para poder subir a algunos de los juegos que requieren que los niños tengan cierta altura.
Puedes desear crecer para ser más alto que tus padres, abuelos, hermanos o amigos.
Los niños pequeños pueden desear crecer para poder ir a la escuela.
Cuando seas más grande, puedes desear tener la edad suficiente para manejar, tener un novio o conseguir un trabajo.
Todos hacemos cosas como comer saludablemente para crecer más. Pero una pregunta importante es: “¿nos preocupamos de la misma manera para crecer espiritualmente como lo hacemos para crecer físicamente?”.
La Biblia habla en cuanto al crecimiento
Segunda de Pedro 1:5-8 dice: “vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo”.
Segunda de Pedro 3:18 dice: “Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”.
Efesios 4:15 dice: “sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”. Este versículo dice que debemos esforzarnos en crecer espiritualmente, no solo físicamente.
En Hebreos 5:12-14, la Biblia dice: “Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”. Estos cristianos no estaban creciendo como debían, y Pablo les amonestó por esto.
¿Cómo crecemos espiritualmente?
Como esta canción dice, lo primero que debemos hacer es leer nuestra Biblia. En Salmos 119:11, leemos: “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti”.
¡La única manera de guardar la Palabra de Dios en nuestro corazón es leyéndola! Segunda a Timoteo 3:16-17 dice que “toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. Si el doctor nos mandara hacer algo para nuestro crecimiento físico, ¿no lo haríamos? De la misma manera, si consideramos a la Biblia como nuestra instrucción, debemos asegurarnos de hacer lo que dice. También debemos asegurarnos de que la leamos cada día. Si queremos crecer físicamente, comeremos cada día ya que sentimos hambre. Jesús nos dice que debemos tener hambre y sed de la Palabra de Dios: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” (Mateo 5:6). Si tenemos hambre de la Palabra de Dios, la leeremos cada día.
Otra de las cosas que aprendemos directamente de esta canción es orar. “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Santiago 1:5). La sabiduría nos ayudará a crecer. Deberíamos orar diariamente (o más frecuentemente), así como 1 Tesalonicenses 5:17 nos anima a orar sin cesar.
Otra de las cosas que nos ayudará a crecer es el ánimo de nuestra familia cristiana. Santiago 5:16 dice: “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”. Podemos ser sanados física y espiritualmente a través de las oraciones de nuestra familia cristiana.
CONCLUSIÓN
Como puedes ver, debemos enfocarnos más en nuestro crecimiento espiritual. Pero antes de terminar, quiero que tengas en cuenta una advertencia. Como la canción dice, “quien no lee la Biblia y ora se achicará”. Si no hacemos las cosas que hemos aprendido hoy, no solamente nos “achicaremos”, sino también olvidaremos lo que hemos aprendido. Considera un versículo que ya hemos visto. Hebreos 5:12-14 dice: “Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”. Podemos ver otra vez que estos cristianos no leían sus “Biblias” y oraban, y por ende, se “achicaron”. Tratemos de no ser como ellos, sino hagamos lo que hemos aprendido hoy. ¡Leamos la Biblia y oremos cada día para poder crecer!
Derechos © 2020 por www.ebherencia.org. Publicado originalmente en Familia Cristiana, 4[4]:14-15.