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¿Existe Vida en el Espacio Exterior?

¿Existe Vida en el Espacio Exterior?

La evolución está fundada en la idea que los químicos inanimados pueden reunirse accidentalmente y llegar a formar vida si las condiciones son correctas. Esta idea que sugiere que la vida viene de lo que no tiene vida se llama la “generación espontánea”. La generación espontánea es una idea imposible, pero los que creen en la evolución atea están forzados a creer en esto, ya que ellos rechazan creer en un Creador.

Si la vida vino de los químicos inanimados, entonces, ¿por qué solamente vemos vida en el planeta Tierra? El Universo es un lugar inmenso, lleno de miles de millones de galaxias y estrellas. ¿No deberíamos encontrar vida por todo el Universo si la evolución pudiera suceder “accidentalmente”? Los que rechazan creer en Dios piensan que la vida debe haber evolucionado en otros lugares de nuestro Universo. Ellos creen que si se pudiera encontrar vida en otros planetas en el espacio exterior, entonces esto mostraría que la vida pudo haber surgido de los químicos inanimados en la Tierra.

Hay muchos problemas con esta idea. Primero, la vida es muy compleja; no puede surgir de químicos inanimados por accidente. Incluso si se encontrara vida en otro planeta, esto necesitaría un diseñador inteligente así como en el caso de la Tierra. Segundo, no hay evidencia de que exista vida física o biológica en el espacio exterior. Los gobiernos han gastado miles de millones de dólares enviando cohetes y satélites al espacio para tratar de encontrar vida. Los medios de comunicación dicen frecuentemente que hemos encontrado agua en otros planetas y que esto prueba que hay vida en esos planetas. Pero esto no es cierto. No hemos encontrado agua en otro planeta aparte de la Tierra. Además, encontrar agua no significaría que la vida evolucionó en ese planeta. Un planeta pudiera estar cubierto de océanos de agua, pero la vida no podría evolucionar a través de procesos naturales en ese planeta. Es imposible producir vida (en cualquier planeta) de químicos inanimados sin la ayuda de Dios.

Cuando escuchemos historias de ovnis, agua en Marte o vida en el espacio, debemos recordar que Dios creó todo—incluyendo el “espacio exterior”. No hay nada que se descubrirá en el espacio que mostrará que Dios no creó la vida. De hecho, cuanto más observamos el espacio, los planetas y las estrellas, más vemos el poder asombroso de Dios (Romanos 1:20).

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