ebherencia
Contenido Información

Categories


Authors

Lecciones de Una Oveja Perdida

Lecciones de Una Oveja Perdida

Cuando Cristo estuvo en la Tierra, algunas veces predicó (como Su “Sermón del Monte” en Mateo 5-7), algunas veces realizó milagros (como resucitar a Lázaro en Juan 11:43-44), y algunas veces contó historias llamadas “parábolas” para enseñar a la gente.

En Lucas 15:4-7, Jesús contó a Su audiencia en cuanto a un hombre que tenía 100 ovejas. Una de ellas vagó y se perdió. ¿Dijo ese hombre simplemente: “Todavía me quedan 99 ovejas. Una oveja no es tan importante”? No. Al hombre le importó su oveja perdida. A él le importó tanto su oveja que dejó las 99 en un lugar seguro para buscar a la que se había perdido. Cuando finalmente la encontró, reunió a sus amigos y les pidió que se alegraran con él. ¿Por qué estaba tan alegre? ¡Él dijo que estaba alegre porque había encontrado a su oveja perdida!

¿Cuál fue el punto de Jesús en esta sección de Lucas 15? ¿Estuvo tratando de convencer a la gente del valor de una oveja? No. Jesús explicó: “Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento” (Lucas 15:7).

Jesús quería que la gente que Le escuchaba aprendiera dos lecciones especiales. Primero, en Juan 10:11 Se identificó como “el Buen Pastor” y dijo que estaba dispuesto a dar Su vida por Sus ovejas. Esas “ovejas” son los cristianos que Le escuchan y obedecen. Así como las ovejas reales siguen a su pastor, los cristianos siguen a Cristo (1 Pedro 2:21).

Segundo, Jesús quería que la gente entendiera cuán valiosa es un alma, y que también comprendiera cuán terrible es estar perdido. En Mateo 16:26, Cristo preguntó: “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”. En Mateo 18:11, dijo que había “venido para salvar lo que se había perdido”. No hay nada que poseamos que sea más valioso que nuestra alma.

Jesús no quiere que seamos como ovejas que vagan, se pierden y mueren. En cambio, quiere que permanezcamos junto a Él, estando seguros, y que vivamos para siempre con Él en el cielo. Quiere que seamos salvos, no perdidos. Cristo sabía que nuestras almas son demasiado valiosas como para perderse. La pregunta es: ¿Lo sabemos nosotros?

Juan Bautiza a Jesús

Juan Bautiza a Jesús

¡Sigue la Receta!

¡Sigue la Receta!