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Los Cristianos Antiguos y el Estudio de las Escrituras

Los Cristianos Antiguos y el Estudio de las Escrituras

Cuando los apóstoles y otros evangelistas del primer siglo predicaban sermones y enseñaban clases, frecuentemente hablaban acerca del Antiguo Testamento y abordaban lecciones que se podían aprender de los profetas y jueces de Israel. La gente que escuchaba las lecciones tenía la responsabilidad de revisar las Escrituras del Antiguo Testamento para asegurarse de que no aceptara ninguna falsa doctrina como si fuera verdadera.

Lucas escribió acerca de un grupo particular, los hermanos de Berea, que fueron especialmente fieles en comprobar el mensaje de los predicadores, para asegurarse que era el mensaje que el Antiguo Testamento transmitía. Lucas señaló que la práctica de estas personas de estudiar el Antiguo Testamento más que otros cristianos les hacía más “nobles” (Hechos 17:11).

¿Por qué fue tan importante que los hermanos de Berea estudiaran el Antiguo Testamento? Después de todo, ellos no tenían que obedecer la Antigua Ley. [Nosotros tampoco. Aunque debemos aprender lecciones de la gente que vivió bajo el Antiguo Testamento, la Ley fue abolida en la cruz de Cristo—lee Romanos 15:4; Colosenses 2:14]. Los hermanos de Berea habían estudiado el Antiguo Testamento lo suficiente como para saber que profetizaba acerca de un Nuevo Pacto, un Nuevo Reino y el Hijo de Dios en forma humana, Quien moriría para llevar la Antigua Ley a su fin, quitando la necesidad de seguir la Ley de Moisés. Pero ellos también estudiaban diligentemente el Antiguo Testamento cada día para aprender lecciones valiosas y asegurarse que creyeran la verdad.

Nosotros debemos ser cuidadosos para no suponer que todo lo que un predicador o maestro dice o escribe es correcto, simplemente porque él lo dice o escribe. Debemos estudiar nuestras Biblias, incluyendo el Antiguo Testamento y especialmente el Nuevo Testamento, para que podamos saber lo que es verdadero y lo que es falso. Hay muchos líderes religiosos que tratan de engañar a la gente joven para que crea en ideas religiosas falsas. Esos “lobos vestidos de ovejas” frecuentemente hacen que las ideas incorrectas suenen verdaderas, y algunas veces incluso atractivas. Estudia la Palabra de Dios, para que estés listo a defender tu fe contra los ataques de tales personas (1 Pedro 3:15).

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