“¿Recuerdas Cuando…?”
Frecuentemente escuchamos esta frase cuando nuestros familiares y amigos se reúnen para recordar momentos y eventos que sucedieron en el pasado. Tal vez las sonrisas acompañan a estos recuerdos; o si es un recuerdo de alguien que ha fallecido o de un evento triste, tal vez podemos derramar lágrimas.
“¿Recuerdas cuando…?” también se puede escuchar con referencia a los eventos históricos.
Mis bisabuelos pueden recordar cuando los aviones japoneses bombardearon Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941.
Mis abuelos recuerdan cuando Lee Harvey Oswald disparó al Presidente Kennedy en Dallas, Texas el 22 de noviembre de 1963.
Mis padres recuerdan cuando aviones secuestrados colisionaron con las torres gemelas del Centro de Comercio Mundial en la Ciudad de Nueva York el 11 de setiembre de 2001.
Aunque todavía no había nacido cuando estos sucesos acontecieron, sé de ellos. Nuestros maestros o padres nos enseñan eventos históricos importantes para que nunca los olvidemos. Los conmemoramos para que nunca los olvidemos. Tenemos fechas especiales, construimos monumentos y hacemos desfiles en honor de gente o eventos especiales…para que nunca los olvidemos.
¿Recuerdas a Levi Morton, Chester Arthur o Maurice Rose? La mayoría no los recuerda, al menos que hayamos leído sus nombres en nuestros libros de historia o que hayamos visto un programa que se enfocara en la vida de estos hombres.
Estos hombres sirvieron a los Estados Unidos en diferentes oficios. Levi Morton fue el 22º Vicepresidente de los Estados Unidos. También laboró como Embajador de los Estados Unidos en Francia, y como el 31º Gobernador de Nueva York. Chester Arthur fue el 20º Vicepresidente, y el 21º Presidente de los Estados Unidos después del asesinato del Presidente James A. Garfield. El Comandante Maurice Rose fue un general del ejército de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial y un veterano de tal guerra. Durante la Segunda Guerra Mundial, sirvió en tres de las divisiones armadas principales.
La palabra “recordar” (y variaciones de esta palabra) aparece en la Biblia algo de 270 veces. Significa despertar conciencia en la mente de alguien (en cuanto a alguna persona o cosa que se ha visto, conocido o experimentado en el pasado). Es un verbo, una acción, algo que hacemos.
Somos gente olvidadiza, ¿no lo crees? ¿Por qué otra razón Dios hubiera dicho lo siguiente a los israelitas en Deuteronomio 6:6-9?:
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Dios quería que Su pueblo recordara Sus palabras. Incluso les dio instrucciones para recordar: “repetirlas”, “hablar de ellas”, “escribirlas”. Verlas en acción, oír de ellas y leer de ellas; ¡esa es una manera grandiosa de recordar la información importante!
En 1 Corintios 11:23-25, Pablo hizo referencia a Cristo al corregir a los corintios:
Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
Cristo dijo que hagamos esto en memoria de Él; ¿por qué? Esto es muy importante. Cuando Cristo instituyó la Cena del Señor, lo hizo para nuestro beneficio. Los cristianos oyen de esta, leen de esta en la Biblia, y participan de esta. Todo esto ayuda a los cristianos a entender la cruz.
Él quería que recordemos cuando:
fue a la cruz y derramó Su sangre “para remisión de los pecados” (Mateo 26:28).
resucitó de los muertos. “Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho” (Mateo 28:5-7).
regresó al cielo. “Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:9-11).
Cuando recordamos a Cristo a la luz de la cruz, llegamos a entender mejor el gran sacrificio que hizo por todos nosotros—desde los clavos en Sus manos y pies, la herida en Su costado y finalmente Su muerte dolorosa.
Cristo dijo: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15:13). Cristo fue a la cruz por todos—por amigos y enemigos. ¿Recuerdas esto?
Pablo dijo en la carta a los corintios: “Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué” (1 Corintios 11:2).
Cuando los cristianos recuerdan a Cristo durante la Cena del Señor, deben entender reverentemente Su profundo amor por nosotros, por cada uno de nosotros. ¿No crees que es increíble que Cristo, el Cordero de Dios, nos ame tanto? Debemos humillarnos ante Cristo cada vez que consideramos que Él fue voluntariamente a la cruz.
El memorial más grandioso en que los cristianos participan es la Cena del Señor.
Derechos © 2019 por www.ebherencia.org. Publicado originalmente en Familia Cristiana, 3[3]:14-15.