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Lección 34: Un Joven Muy Rico

Lección 34: Un Joven Muy Rico

Referencia Bíblica: Mateo 19:16-26; Lucas 18:18-30
Versículo de Memoria: “Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios” (Lucas 18:27).

¿Alguna vez has recibido o tenido tantas cosas que te has sentido triste? Se pensaría que la gente que tiene más, sería más feliz, pero este no es el caso. En realidad, muchas personas se sienten muy tristes a pesar de sus muchas posesiones, y algunas personas ricas deben decidir deshacerse de gran parte de su riqueza para poder ser feliz. Aquí esta una historia que prueba esto.

Un día, mientras Jesús enseñaba en Judea, un joven muy rico vino apresuradamente donde Jesús (Marcos 10:17) y Le preguntó qué debía hacer para tener la vida eterna (Mateo 19:16). ¡Ojalá más personas en el mundo preguntaran lo mismo, ya que no hay nada más importante que el deseo de pasar la eternidad con Dios!

El joven rico y Jesús vivían bajo el Antiguo Testamento, así que Jesús respondió que el joven debía cumplir los mandamientos (Mateo 19:17). Dios había dado Sus mandamientos a los israelitas en el Monte Sinaí (Éxodo 20), como también otros mandamientos a través de los profetas y las escrituras hebreas sagradas (Mateo 5:17-20), y había requerido que se cumpliera todo esto para agradarle. El joven respondió que él había cumplido los mandamientos desde una edad temprana. Él debió haber sido un buen joven, ¿no crees?

Sin embargo, Jesús también le dijo que le faltaba algo más: vender lo que tenía, darlo a los pobres, y entonces seguirle (Mateo 19:20-21). Cuando el joven escuchó esto, se alejó con tristeza ya que tenía muchas posesiones (versículo 22).

Si hoy Dios no nos pide vender lo que tenemos y darlo a los pobres, ¿por qué Jesús pidió que el joven rico hiciera eso? El joven rico tenía un problema: amaba sus riquezas más que a Dios, y por ende, debía deshacerse de su riqueza para poder amar a Dios de verdad. Tristemente, el joven escogió quedarse con sus riquezas, rechazando la felicidad verdadera con Cristo.

¿No crees que es trágico que este joven bueno tuviera el deseo correcto, hiciera la pregunta correcta a la Persona correcta, recibiera la respuesta correcta, pero que cuando escuchara la respuesta no quisiera aceptarla? De la misma manera, la gente quiere ir al cielo, pero muchos no están dispuestos a renunciar a algunas cosas por amor a Dios.

El joven rico dijo que había cumplido los mandamientos, pero uno de los mandamientos dice, “No codiciarás” (Éxodo 20:17), ¡y el joven rico codiciaba su propia riqueza! Jesús señaló que es muy difícil que los ricos sean salvos (Mateo 19:23-30), no porque ser rico sea malo, sino porque muchos ricos aman sus riquezas más que a Dios.

¿Hay algo en tu vida que ames más que a Dios? Si es así, es tiempo de comenzar a confiar en Dios más que en lo material.

Preguntas

  1. ¿Crees que es posible ser rico y a la vez agradar a Dios? ¿Por qué? Lee Job 1:1-3 para ayudarte con tu respuesta.
  2. ¿Por qué crees que hoy algunas personas ricas deciden hacer obras caritativas para ayudar a los que tienen menos?
  3. ¿Por qué crees que las riquezas pueden causar tristeza a algunas personas?
  4. Aunque tú puedes no tener “riquezas”, ¿que cosas materiales crees que pueden impedir tu amor a Dios?
  5. ¿Amas a Dios más que a cualquier otra persona o cosa? ¿Por qué?
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