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¡La Vida Está en la Sangre!

¡La Vida Está en la Sangre!

La ciencia médica ha avanzado mucho. ¿Sabías que antes los doctores pensaban que cuando alguien estaba enfermo, se debía a que tal persona tenía un desequilibrio de "humores" en su cuerpo? Este pensamiento se remonta hasta los médicos y filósofos griegos y romanos antiguos. Hipócrates, y luego Galeno, pensaban que cada persona tenía un balance en su cuerpo de cuatro humores: humor negro, humor amarillo, flema y sangre. Según estos hombres, si una persona tenía demasiado o muy poco de uno de estos humores, llegaba a enfermarse.

Los doctores crearon diferentes métodos para equilibrar estos humores. Esto incluía hacer que la persona vomitara, o causar que sudara u orinara. Otro método común para deshacerse de los excedentes de un humor era “desangrar” a la persona. Los doctores cortaban la vena de una persona y permitían que algo de la sangre saliera; podían usar una jeringa para sacarle sangre, o podían usar sanguijuelas para succionar la sangre de una persona.

En 1799, el primer presidente y “Padre” de los Estados Unidos, George Washington, llegó a tener una infección a la garganta después de estar expuesto al clima frío. Los doctores que le atendieron usaron el desangrado como uno de sus tratamientos. Le quitaron algo de 80 onzas de sangre—alrededor del 35% de toda la sangre de su cuerpo. Tales prácticas eran métodos médicos comunes hasta el siglo XIX.

Ahora que el entendimiento médico ha avanzado mucho, los doctores saben que la vida de está conectada cercanamente a la condición de la sangre, especialmente a la cantidad. Una de las primeras cosas que los paramédicos hacen en la escena de un accidente es inyectar suero en el brazo de una persona para reforzar su sangre. Por esta razón, cuando te enfermas y vas al doctor, aparte de tomar tu temperatura y tu presión sanguínea, la enfermera toma una muestra de sangre de tu brazo. Ellos pueden hacer análisis con tu sangre para determinar tu enfermedad. ¡La sangre es literalmente la clave de tu vida! Sin ella, tus órganos no recibirían el oxígeno y nutrientes que necesitan y que la sangre transporta.

No es una sorpresa que en Levítico 17:11 Dios dijera a Moisés: “Porque la vida de la carne en la sangre está”. ¿Puedes creerlo? Cerca de 3,500 años antes que la ciencia médica lo descubriera, el gran Creador explicó a los israelitas que la vida física está en la sangre. Pero esto no es todo: la clave de la vida espiritual también está en la sangre. Pedro explicó que cuando llegamos al cristianismo, somos redimidos “con la sangre preciosa de Cristo” (1 Pedro 1:19). ¡Gracias Dios por la sangre!

"¡Soy Demasiado Pequeño para Marcar una Diferencia!"

"¡Soy Demasiado Pequeño para Marcar una Diferencia!"

¡Quiero Ser un Buen Hermano Mayor!

¡Quiero Ser un Buen Hermano Mayor!