Lección 29: Dos Hermanas Sirven a Jesús
Referencia Bíblica: Lucas 10:38-42
Versículo de Memoria: “Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte” (Lucas 10:41-42).
Durante Su ministerio en la Tierra, Jesús recibió algunas invitaciones a cenar. Una de ellas fue en la casa de una mujer llamada Marta (Lucas 10:38-42). Marta tenía una hermana llamada María, y un hermano llamado Lázaro. Jesús quería mucho a ellos (Juan 11:5), y sin duda aceptó la invitación con gusto.
Ya que Jesús era un invitado y amigo especial, tú puedes imaginar que ellos quisieron darle lo mejor. La “hospitalidad” (una palabra grande que hace referencia al “recibimiento afectuoso de los visitantes”) era muy importante en la cultura judía de ese tiempo; y ya que Marta era probablemente la dueña de la casa y la hermana mayor (Lucas 10:38), entonces ella comenzó a preparar todo lo necesario para que Jesús Se sintiera cómodo.
Lucas 10:40 dice que Marta “se preocupaba con muchos quehaceres”. ¿Qué crees que estaba haciendo? Tal vez estaba preparando un buen pollo frito para Jesús, o tal vez estaba horneando panes con queso (¡delicioso!). Bueno, nunca lo sabremos, pero ella estaba muy ocupada.
Por otra parte, su hermana María estaba sentada cerca de Jesús, oyéndole enseñar. A Marta no le gustó eso; ella pensó que su hermana debía ayudarle, y se quejó ante Jesús. Jesús le respondió amablemente que ella estaba muy ocupada con muchas tareas, pero que una cosa era necesaria, lo cual María había escogido hacer: escucharle.
¿Cuál fue el error de Marta? Marta era una buena persona; ella quería lo mejor para Jesús, y por eso estaba trabajando mucho. Pero su problema fue que al ocuparse de cosas “buenas”, se olvidó de lo que era mejor. A veces podemos hacer cosas buenas, pero tales cosas pueden estar quitándonos la oportunidad de hacer algo mejor. Por ejemplo, ¡tú puedes estar practicando tu deporte favorito (algo bueno) cuando realmente tu mamá te dijo que limpiaras tu cuarto!
Marta también se equivocó porque tuvo resentimiento contra Jesús y su hermana. Pensó que ellos eran “injustos” al dejarle trabajar sola. En realidad, Jesús y María hubieran querido que Marta les acompañara, pero Marta ya había escogido lo que quería hacer. A veces podemos hacer cosas buenas, pero nuestra actitud puede ser mala. A Dios no Le agrada eso; Él dice: “Haced todo sin murmuraciones y contiendas” (Filipenses 2:14).
Finalmente, Marta olvidó el verdadero significado de la “hospitalidad”. Esto no significa simplemente “alimentar” a nuestros visitantes o darles un lugar cómodo; significa “darles buena atención y aprecio”. Marta quiso dar a Jesús lo que ella quería, pero se olvidó de hacer lo que Él quería. Jesús siempre quiso que la gente escuchara Sus palabras (Lucas 8:21), y eso es lo que María estaba haciendo (Lucas 10:39).
Cuando hagas algo para el Señor, trabaja fuertemente como Marta, pero no olvides hacerlo con el corazón de María.
Preguntas
- Menciona algunas cosas que hoy pueden evitar que escuchemos a Dios.
- Cuando Jesús estuvo en la Tierra, María pudo escucharle directamente. ¿Cómo escuchamos a Jesús hoy? Lee 2 Timoteo 3:16-17 para ayudarte con tu respuesta.
- Haz una lista de cosas buenas, y otra de cosas mejores. ¿Qué debes escoger?
- Según Mateo 6:33, ¿qué debes buscar sobre todas las otras cosas que ocupan tu tiempo?
- ¿Qué crees que se quiere decir con “trabajar como Marta, y hacerlo con el corazón de María”?
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