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Lección 30: El Rico y Lázaro

Lección 30: El Rico y Lázaro

Referencia Bíblica: Lucas 16:19-31
Versículo de Memoria: “Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado” (Lucas 16:22).

En Lucas 16:19-31, Jesús permitió que Sus oyentes “dieran un vistazo” al Más Allá. Contó la historia de un hombre tan rico que podía hacer grandes banquetes cada día. Pero también dijo que había otro hombre, llamado Lázaro, que era tan pobre que no tenía qué comer y dónde vivir, estaba enfermo, y su única compañía era los perros callejeros.

Como puedes imaginar, el pobre pronto murió, pero a su muerte los ángeles de Dios le llevaron a un lugar de descanso. El rico también murió, y fue sepultado. La historia de Jesús entonces continúa con la escena de los dos hombres después de la muerte. En el Más Allá, el rico se encontró en un lugar de sufrimiento, y pudo ver desde lejos a Lázaro, quien estaba en un lugar de gozo. Ahora, ese lugar no es el cielo ni el infierno, sino el hades (versículo 23)—el lugar de espera de los muertos antes del Juicio Final, cuando Dios juzgará y abrirá las puertas del cielo para los justos, y las puertas del infierno para los malos (Mateo 25:31-46).

El sufrimiento del rico en el hades era tan grave que él deseaba incluso una gota de agua para calmar su sed, pero su requerimiento no pudo ser concedido (Lucas 16:24-26). El rico tampoco quería que su familia terminara en tal lugar de sufrimiento, pero muy probablemente ellos vivían en la Tierra como él lo hizo, y no escucharían la Palabra de Dios (versículos 27-31).

Lo cierto es que el rico no fue a un lugar de sufrimiento simplemente porque era rico; ser rico no es malo. Ni tampoco Lázaro fue a un lugar bueno simplemente por ser pobre; la pobreza no salva a nadie. En cambio, el rico fue castigado porque fue egoísta y no le importaba nadie más; ¡no le importó Lázaro! Lázaro fue a un lugar bueno ya que a pesar de su pobreza, confío en Dios e hizo Su voluntad.

Aquí hay otras lecciones importantes: (1) El castigo y la recompensa eterna son reales; el infierno es un lugar real, así como el cielo. (2) Después de la muerte, nadie puede cambiar su destino; ningún muerto puede hacer algo por los vivos, y ningún vivo puede hacer algo por los muertos. (3) La prosperidad de alguien no quiere decir que Dios apruebe a tal persona; y la pobreza de alguien no quiere decir que a Dios no Le agrade tal persona. (4) El amor a las cosas materiales es un impedimento para hacer la voluntad de Dios (Mateo 19:23-24; 1 Timoteo 6:10). (5) La vida es corta, y lo más importante es si nuestra alma está bien con Dios (Mateo 16:26)—ya que todos seremos juzgados (2 Corintios 5:10). Y (6) la obediencia a la Palabra es la única manera de encontrar salvación (Lucas 16:29).

Preguntas

  1. Menciona algunas maneras en que el rico podía usar lo mucho que tenía para ayudar a otros.
  2. Menciona algunas maneras en que tú puedes usar lo poco que tienes para ayudar a otros.
  3. Menciona algunas cosas que puedes hacer por otros que no requieren que tengas dinero.
  4. Según Mateo 16:26, ¿cuánto vale el alma de cada persona?
  5. ¿Por qué no deberíamos amar tanto las cosas materiales? Lee Mateo 6:19-20 para ayudarte con tu respuesta.
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