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Lección 31: No Olvides Decir "Gracias"

Lección 31: No Olvides Decir "Gracias"

Referencia Bíblica: Lucas 17:11-19
Versículo de Memoria: "Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias" (Lucas 17:15-16).

"¡Buenos días!". "Por favor". "De nada". "Permiso". "Sí, señor". "Sí, señora". "Disculpe". "Lo siento". ¿Me olvidé algo? Oh, sí… "¡Muchas gracias!". Decir "gracias" es importante, y es parte de los buenos modales que los buenos padres quieren que sus hijos aprendan. Yo tengo tres hijas, y he enseñado a cada una de ellas que esta palabra debe ser parte de su vocabulario regular. De seguro que tus padres te han enseñado lo mismo.

¿Puedes creer que algunas personas lleguen a ser adultos y todavía necesiten que alguien les enseñe a decir “gracias”? Oh, sí. Una vez Jesús hizo algo maravilloso por 10 hombres, ¡y nueve de ellos nunca Le agradecieron (Lucas 17:11-19)! Aquí está la historia.

Jesús estaba viajando a Jerusalén, y en el camino, 10 hombres leprosos se pararon a una distancia y Le pidieron que les sanara. Tal vez tú no conozcas a ningún leproso, ya que la lepra no es muy común ahora. Sin embargo, en el tiempo de Jesús, la lepra era una enfermedad común, y no tenía cura.

La lepra es una infección, y causa descoloración y deformación de la piel, pérdida de sensibilidad y daño de los nervios. Sin tratamiento, puede causar ceguera y falla de órganos y músculos. Ya que era una enfermedad contagiosa y sin cura en el tiempo antiguo, la gente leprosa debía ser separada de la comunidad en que vivía. Cuando ellos caminaban por un lugar donde había una persona sana, tenían que gritar, “¡Inmundo! ¡Inmundo!”, para que la persona se apartara de ellos (Levítico 13:45-46).

Así que esta era una enfermedad muy triste, ya que los leprosos no podían estar con sus seres queridos. Jesús oyó el ruego de los 10 leprosos, y les dijo que fueran a presentarse al sacerdote, lo cual los leprosos debían hacer cuando eran sanados (Levítico 13). En el camino, todos fueron sanados. ¡Imagina la alegría que habrán sentido! ¡Ellos podrían regresar finalmente a su hogar y vivir como cualquier otra persona normal!

Al notar que había sido sanado, uno de ellos regresó donde Jesús, glorificando a Dios y agradeciéndole. Pero a los otros no les importó mostrar cortesía a Jesús; ellos siguieron su camino. El hombre no solamente agradeció a Jesús, sino también mostró su fe en Él. Por tanto, Jesús no solamente le sanó, sino también le ofreció salvación (Lucas 17:19).

Dios hace muchas cosas por nosotros. Nos calienta con Su Sol, nos da alegría con las olas del mar, y nos da flores en la primavera y nieve en el invierno. Nos dio a Su Hijo y Su Palabra, y nos da la oportunidad de ir al cielo si somos fieles a Él. Realmente, hay mucho por lo cual agradecer a Dios; sin Él, no tuviéramos salvación ni esperanza. ¿Has pensando agradecer a Dios hoy?

Preguntas

  1. Lucas 17:16 dice que el leproso que regresó a Jesús para agradecerle era samaritano. ¿Por qué es esto importante? Lee el versículo 18 para ayudarte con tu respuesta.
  2. ¿Cómo te sentirías si tuvieras una enfermedad que te impidiera estar con tu familia?
  3. ¿Cómo te sentirías si alguien te ayudará a mejorar y regresar a tu familia?
  4. Según Isaías 59:2, ¿qué causa el pecado entre el hombre y Dios?
  5. Haz una lista de bendiciones que Dios te da cada día y por la cuales debes agradecerle.
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