Lección 32: Muertos y Resucitados
Referencia Bíblica: Lucas 7:11-17; 8:40-56; Juan 11:1-44
Versículo de Memoria: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá" (Juan 11:25).
La muerte es algo en que la mayoría de personas no quiere pensar, pero es muy real. Aunque tú puedes tener pocos años, tal vez ya hayas conocido a alguien-un familiar, un amigo o un vecino-que ahora no está en este mundo.
La muerte es un evento triste, ya que las personas que “se quedan” no pueden continuar disfrutando de la compañía de la persona que “se va”. La muerte no solamente se lleva a las personas ancianas, sino también a los jóvenes; no solamente se lleva a las personas malas, sino también a las buenas. Lo cierto es que nadie tiene garantía de vivir por muchos años; es imposible evitar la muerte (Hebreos 9:27). De hecho, si Cristo no viene durante este siglo, entonces la mayoría de gente que vive hoy pasará a la historia.
Pero aquí está la buena noticia: los que sirven a Dios fielmente no necesitan temer a la muerte, ya que este es el comienzo de una vida nueva con Él (Lucas 16:22). Al final del tiempo, toda la gente resucitará, y los fieles serán recompensados (1 Tesalonicenses 4:16-17).
Durante Su ministerio, Jesús dio esperanza de vida eterna a Sus seguidores, y en algunas ocasiones, decidió calmar el dolor de algunas personas al resucitar a sus seres queridos. En Lucas 7:11-17, resucitó a un joven muerto a quien llevaban a enterrar. Jesús hizo esto ya que tuvo compasión de su madre, quien era viuda (versículo 13). Probablemente este joven también era la única ayuda que esta mujer tenía para proveerle sustento.
En Lucas 8:40-56, leemos que una niña de solamente 12 años estaba muriendo. Su padre, Jairo, rogó a Jesús que la sanara; y luego, cuando fue informado que su hija había muerto, siguió creyendo en Jesús incluso cuando otros pensaban que todo era en vano. Jesús dio vida a la niña y la entregó a sus padres. ¡Imagina cuán felices se habrán sentido ellos!
En Juan 11:1-44, Jesús dio vida a uno de Sus buenos amigos—Lázaro. Lázaro había enfermado gravemente, y sus hermanas, Marta y María, mandaron llamar a Jesús. Ellas creían que Jesús podía sanar a su hermano, pero parece que no pensaban que Jesús también podía resucitarle (versículos 21-24,32). Lázaro murió antes que Jesús llegara a verle, pero eso no impidió que Jesús realizará un milagro increíble: resucitarle incluso después de cuatro días de estar muerto.
Jesús reclamó ser Dios, y resucitó a gente para probar esta verdad. Esto también enseña que Él tiene el poder de hacernos vivir nuevamente al final del tiempo. Y también enseña que a Jesús Le importa nuestro dolor (Juan 11:35). Ciertamente, la muerte produce dolor, pero la fe en Cristo produce esperanza para todos—incluso para los muertos.
Preguntas
- ¿Qué crees que significa que Jesús es la "resurrección y la vida"?
- ¿Por qué crees que la gente tiene temor a la muerte?
- ¿Por qué crees que Jesús hizo referencia a la muerte como un "dormir" (Lucas 8:52; Juan 11:11)?
- ¿Qué debería enseñarnos el hecho que todos moriremos algún día? Lee Santiago 4:13-17 para ayudarte con tu respuesta.
- ¿Cuál debería ser nuestra actitud para con aquellos que han perdido a sus seres queridos? Lee Juan 11:35 y Romanos 12:15 para ayudarte con tu respuesta.
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