Lección 39: La Entrada Triunfal del Gran Rey
Referencia Bíblica: Mateo 21:1-11; Marcos 11:1-11; Lucas 19:28-40; Juan 12:12-19
Versículo de Memoria: “¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” (Mateo 21:9).
Tú habrás escuchado o leído en cuanto a reyes. Los reyes son personas muy ricas y poderosas. Ellos tienen tronos espléndidos, llevan una corona de oro en la cabeza, y sus ropas son muy hermosas y caras. Viven en castillos inmensos, y tienen muchos servidores. Viajan en carruajes maravillosos, y mucha gente les aclama.
Jesús también es un Rey—¡realmente un Rey muy especial y muy diferente! Él nunca vivió en un castillo; en cambio, nació en un “establo” (Lucas 2:1-7), creció en una casa pobre en un pueblo pobre (Mateo 2:23), y de adulto, no tuvo lugar propio dónde vivir o descansar (Mateo 8:20). Nunca tuvo un trono en la Tierra, ni vistió con ropas especiales; la única corona que tuvo fue la que Sus enemigos tejieron de espinas para burlarse de Él (Juan 19:2). Aunque algunas personas reconocieron que Él era el Rey de Israel (Juan 1:49), Su pueblo en general Le rechazó—excepto en una ocasión, ¡cuando hizo Su entrada triunfal en Jerusalén!
En Mateo 21:1-11, Jesús Se alistó para entrar a Jerusalén la última semana antes de Su muerte en la cruz. Él envió a Sus discípulos a traer un asnillo. Los discípulos pusieron sus mantos en el asnillo, y Jesús entró a Jerusalén cabalgando en él—mientras el pueblo adornaba el camino de Jesús con mantos y ramas de palmeras, y alababa el nombre de Dios, diciendo: “¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” (Mateo 21:9).
¡Este debió haber sido un momento maravilloso! Y ciertamente, ¡Jesús merecía tal adoración; Él fue el Mesías esperado, y es el Rey de reyes! La entrada de Jesús a Jerusalén no fue casual, sino tuvo el propósito de confirmar Quién era. Las Escrituras antiguas habían predicho que el Rey justo, salvador y humilde entraría a Jerusalén montando un asnillo (Zacarías 9:9). Jesús cumplió esta profecía; Él es justo, salvador y humilde (Filipenses 2:1-11), y entró en un asnillo para demostrar que Su reino era pacífico (1 Reyes 1:33).
Sin embargo, aunque ese fue un momento glorioso, también fue un evento triste en vista de la reacción de algunos y de lo que sucedería esa misma semana. Los fariseos continuaron rechazando a Jesús, y sugirieron que Jesús debía parar las alabanzas (Lucas 19:39-40). Pero el mayor rechazo llegó cinco días después, cuando los líderes judíos y todo el pueblo—probablemente muchas de las mismas personas que habían proclamado bendiciones—clamarían violentamente contra Jesús: “¡Sea crucificado!” (Mateo 27:15-26). ¿Por qué hizo esto el pueblo judío? Porque no entendió que el reino de Jesús es un reino de salvación, justicia y paz espiritual, y porque no amó la verdad.
¿Qué harás tú con el Rey Jesús? ¿Le alabarás y entregarás tu vida, o Le rechazarás?
Preguntas
- ¿Por qué crees que Dios decidió enviar a Su Hijo como un Rey humilde en vez de un rey físicamente poderoso?
- Menciona algunas obras de Jesús que realmente muestran que Él fue un Rey muy poderoso?
- ¿Por qué crees que la gente alabó tanto a Dios cuando Jesús entró a Jerusalén?
- Ya que solamente Dios merece adoración (Mateo 4:10), ¿qué indica esta adoración en cuanto a Jesús?
- ¿Es Jesús tu Rey? ¿Por qué?
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