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Lección 44: Una Cena Especial para Recordar

Lección 44: Una Cena Especial para Recordar

Referencia Bíblica: Mateo 26:26-29; 1 Corintios 11:23-26

Versículo de Memoria: “Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga” (1 Corintios 11:26).

¿Puedes recordar algunas ocasiones en las cuales tu familia tiene una cena especial? ¿Tal vez en el Día de Acción de Gracias, tu cumpleaños o el Año Nuevo? ¿Qué comida especial disfrutan? ¿Y cuál es el propósito de tales cenas especiales?

En el tiempo de Jesús (y por muchos años antes), los judíos tenían una celebración muy especial llamada la Pascua. En ese día ellos mataban un cordero y lo comían para recordar su liberación divina de la esclavitud en Egipto (Éxodo 12). Simbólicamente, Jesús llegó a ser el “Cordero” de la Pascua, ya que fue sacrificado para que el hombre fuera liberado del pecado (1 Corintios 5:7).

Jesús murió durante tal celebración (Juan 19:30-32). En la última cena antes de Su crucifixión, Él instituyó una nueva “Pascua” para Sus seguidores—una Cena muy especial para recordar algo muy especial: Su sacrificio en la cruz por el pecado de la humanidad (Mateo 26:26-29; 1 Corintios 11:23-26).

Jesús partió pan sin leudar y lo dio a Sus discípulos, y dijo que tal pan era un símbolo de Su cuerpo dado en la cruz. Luego les dio jugo de uva, y les dijo que esto era un símbolo de Su sangre derramada en la cruz para el perdón de pecados. La Cena sería un recordatorio de Jesús (Lucas 22:19) y un anuncio constante de Su muerte hasta que Él regrese (1 Corintios 11:26). Los seguidores de Jesús han participado de esta Cena Memorial cada primer día de la semana desde el comienzo de la iglesia del Señor (Hechos 20:7).

Si tus padres son cristianos, entonces habrás notado que ellos participan de la Cena del Señor. Tal vez te has preguntado por qué tú no lo haces. La respuesta es que Jesús dijo que la Cena era un recordatorio de Su sacrificio para el perdón de pecados (Mateo 26:28). Ya que cada persona adulta o responsable ha pecado (Romanos 3:23), entonces los cristianos adultos participan de la Cena meditando en el perdón recibido por medio del sacrificio de Jesucristo. Por otra parte, los niños pequeños no tienen pecado (Mateo 18:3), y por ende este memorial no se aplica a su condición espiritual.

Cuando estés en el servicio de adoración y llegue la hora de la Cena del Señor, puedes usar ese tiempo para recordar la historia de amor y sacrificio de Jesús, y aprender de los cristianos adultos la actitud reverente durante este memorial importante. Como los otros actos de adoración (la enseñanza, el canto, la oración y la ofrenda), la Cena del Señor es un acto reverente y muy especial, y es una manera grandiosa de comenzar la semana—recordando lo que Jesús hizo hace 2,000 años atrás para ayudarnos a hacer Su voluntad en el presente.

Preguntas

  1. ¿Por qué crees que Jesús quiere que Sus seguidores recuerden frecuentemente Su sacrificio?

  2. Cuando Jesús dijo que el pan era Su cuerpo, ¿ya había entregado Su cuerpo en la cruz?

  3. Cuando Jesús dijo que el jugo de uva era Su sangre derramada, ¿ya había derramado Su sangre en la cruz?

  4. Entonces, ¿fueron el pan y el jugo el cuerpo y la sangre literales de Jesús?

  5. ¿Qué actitud y acciones crees que debería producir en nosotros el conocimiento de lo que Jesús hizo en la cruz?

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